el era carretonero en sus tiempos y trasladaba mercancías del bajío a tierra caliente.
siempre con su buen gabán, su botellita de chinchol,su sombrero viejo , y su boca llena de platicas, dichos y comentarios, yo estaba chico cuando el murió, pero lo recuerdo como la persona cariñosa,que compartía sus sopitas de bolillo en the de hojas de naranjo y me enseñaba como agarrar la resortera diciéndome siempre mira viejito esto se hace así, siempre lo veía que le llevaban animales; caballos y mulas para que les practicara unas sangrías cuando decían que los animales estaban cargados de las patas, era un veterinario que se hizo solo en la vida a base de necesidad. su nombre GABRIEL ENRRIQUEZ LEÓN un hombre que cada que lo recuerdo, por el motivo que ustedes gusten siempre me sudan los ojos, de el herede ese gran gusto por los dichos y me imagino que también por los animales.
algunos de sus dichos que escuche de sus labios:
nunca engordes puerco chico por que se le va en crecer, ni granjees amigo rico que no sabe agradecer.
nunca dejes camino por vereda, ni preguntes lo que no te importe.
al que te de el ala dale el alón, al que no te de nada, dale un cabrón.
al amigo y al caballo no hay que cansarlos.
en el llano como quiera el amo, y en la cuesta como quiera la bestia.
no hagas al amigo grande, ni al enemigo pequeño
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