Friday, July 1, 2011

LA SEMANA SANTA TRADICIÓN Y COMERCIO













una tradición antigua y muy afamada en TAMAYO lo es la semana santa, fecha en que se dan cita muchas personas que aunque ya no viven en TAMAYO aprovechan esas fechas de vacaciones para volver al pueblo y disfrutar de las representaciones religiosas, que se realizan por motivo de la semana santa, todas las personas de mayor edad acuden a estas celebraciones con mucha devoción, y participan en los actos que por tal motivo se llevan a cabo, y son menos los jóvenes que hacen lo mismo, pero para todos existe pretexto para disfrutar dichas fiestas, la gente que viene de fuera aprovecha para visitar a sus familiares y comer con ellos o acuden al jardín donde la plaza de encuentra llena de puestos de comida para todos los gustos, también a lo largo del día podemos andar langareando antojitos como: jicamas con Chile,  lechugas tiernas con limón y Chile, cacahuates en vinagre, nopalitos en vinagre, patitas de puerco en vinagre, encurtidos, elotes cocidos o azados, vasos o bolsas de fruta picada, muchos aprovechan para comprar sus trastes de barro, peltre, o plástico que ofrecen los puesteros que vienen de fuera a ofrecer esos productos a sabiendas de la mucha gente y clientes potenciales que asisten en esos días, para los niños su gusto es acudir con los moneros a comprar sus juguetes o a jugar en las vueltas en panchito que es una especie de lotería mecanizada donde un volantin gira y de abajo hacen subir un alambre que se ensarta en una de las argollas y ese es el premio que te ganas según el numero de la ficha que tiene cada argolla, o ir a comprar las famosas semas de acambaro con pasas o las convidadas con color rosa,  pero el paso obligatorio es pasar por los puestos de charamuscas que con tanta maestría preparan nuestros amigos, delante de todos nosotros teniendo gran variedad y estilos para llamar la atención las tienen con  cacahuate o de queso, y también naturales con su característico sabor para disfrutarlas con una olla de atole blanco de masa, a la que tan acostumbrado me tenia mi abuelita, la afluencia de personas ha bajado considerablemente debido a que muchos de los ranchos de los alrededores ya lo hacen también en sus comunidades aunque nunca habrá uno que iguale a nuestro pueblo viejo.

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