PEQUEÑAS COSAS QUE ME TRAEN GRANDES RECUERDOS

hoy desperté recordando la casa de mis bisabuelos, y todavía estoy sonriendo al escribir mis recuerdos, recuerdo perfectamente la fachada con su puerta de madera y una pequeña ventana de primer cuarto que daba a la calle, al abrir la puerta un largo corredor con cuartos a los lados alternados con dos pequeñas huertas donde podías cortar la fruta que te gustara de lo que ahí habían sembrado los viejitos, recuerdo las granadas, los limones reales las guayabas, los limones para el agua fresca o para preparar el tasajo de res que tan rico les quedaba, también tenian limas y una mata de aguacate y muchos botes con plantas de ornato plantadas en ellos incluyendo hierbas de olor, frente a la segunda huertita quedaba la cocina con su fogón en una esquina, con su comal de barro y en una esquinita del mismo una olla de fréjoles, siempre ocupando el mismo lugar, y siempre dispuesta a que metieran la cuchara para sacar un taco de frijoles,en el techo unas canastas o bolsas de mandado colgando de unos garabatos de madera, a un lado un trastero muy sencillo de madera pero eso si muy limpio diría yo que exageradamente  limpio, todo lleno de ollas y platos de barro, las cazuelas en su mayoría de barro perfectamente curadas con ajo antes de darles uso para preparar los alimentos,en una de las paredes alineadas varias sillas tejidas de tule, una mesa muy sencilla esperando que llegaran los comensales, aun recuerdo esa cocina con la viejita sentada cerca del fogón atizando cuando hacia falta o volteando las tortillas o tal ves cuidando una olla con te de hojas de naranjo un chocolate en agua, que después por la noche le serviría a mi bisabuelo para que preparara sus sopitas con bolillo y que tan agusto comía mi bisabuelo y ni que decir de las ocasiones en que tenían a bien matar un marrano, para prepararlo todo sin desperdiciar nada de el, con las viseras preparaban el ajiaco que para mi gusto nunca lo ha vuelto a probar como lo hacían mi bisabuela y mi abuelita angelina , la moronga o rellena las carnitas que para mi eran mas ricas que las actuales, con animales alimentados mas sanamente, el chicharrón de cabeza, los cueritos, las patitas capeadas con huevo, y recuerdo que a falta de refrigerador las carnitas se dejaban entre la manteca para que no se echaran a perder ya que la manteca al cuajar les conservaba en buen estado y de ahí poco a poco se iría sacando lo que se fuera necesitando.y al abrir una puerta de golpe estaba el corral separado por una cerca de piedra de una huerta mas grande donde había mas surtido empezando por plantas de nopal tanto de nopalitos como de tunas mas plantas de aguacate, duraznos, unos limones raros una planta de naranja agria que también le ponían al tasajo que solo al recordarlo se me hace agua la saliva, también recuerdo los pesebres y tejaban al entrar a mano derecha pero lo que le daba vida a esa casa  eran mi bisabuela maría perez nuñes y mi querido bisabuelo gabriel enrriquez león a los que llevo muy dentro de mi corazón.